Cervezas de abadía Ename
En el siglo X el Escalda formaba la frontera entre el Imperio francés y alemán, siendo Ename un punto estratégico. En 1063 se fundó en el municipio una abadía benedictina. Sobre aquella fecha se iniciaron las actividades cerveceras. La abadía se convirtió en el corazón palpitante de Ename; hasta el siglo XVIII la abadía rebosó actividad. Desafortunadamente, durante la Revolución francesa la abadía quedó totalmente destruida. Solo quedan sus ruinas …
Afortunadamente, la desaparición de la abadía de Ename no supuso la desaparición de la cerveza. Con su pasión por la cerveza, su pericia y su respeto por la receta medieval benedictina la Cervecería Roman produce cinco cervezas de abadía distintas, cada una con su propio carácter.